martes, 13 de noviembre de 2012


Es sábado, y son las nueve en punto.
La gente se arrastra al interior del bar.
Hay un viejo sentado a mi lado
haciéndole el amor a su Gin-Tonic.

Me dice:
-¡Oye!, ¿puedes tocarme una recuerdo?
No me acuerdo bien de como era,
pero sé que es triste y dulce a la vez.. 



No hay comentarios: